La consultora de arquitectura Knight Frank ha dado a conocer las principales tendencias inmobiliarias que marcarán el ritmo el próximo año. Entre ellas, la conversión de instalaciones no residenciales en residenciales, la construcción de lujosos búnkeres para los superricos, la fabricación de piscinas elevadas y la adquisición de una segunda residencia con servicios hoteleros en la ciudad, además de una residencia en el campo.
La tendencia más excitante de 2023, sin embargo, es el deseo de vivir en una costa marítima aunque no haya mar cerca, afirman los expertos. Para ello se construyen increíbles lagunas artificiales.
Por ejemplo, Arquitectonica diseñó la torre One Park Tower, de 32 plantas, en el norte de Miami (Florida). Los residentes de este exquisito rascacielos tendrán acceso a una laguna privada, Laguna SoLè, con una superficie de casi 30.000 m2 y una isla privada, donde podrán practicar SUP board o relajarse en una tumbona bajo una sombrilla en la playa.
La promotora, Crystal Lagoons, está construyendo más de 1.000 propiedades de este tipo en todo el mundo, 200 de ellas en Estados Unidos. La empresa ya había creado antes lagunas para complejos turísticos, pero recientemente ha empezado a construir complejos residenciales por su cuenta.
La primera de estas lagunas se construyó en Epperson, dentro de la comunidad de Wesley Chapel, en Florida, en 2018. Contiene 60 m3 de agua cristalina, una playa y todas las comodidades de un complejo turístico de lujo.
Carlos Rosso, representante del promotor, cree que construir propiedades frente al mar dentro de una ciudad crea vistas impresionantes y aumenta el valor de esas viviendas.