Las empresas constructoras estadounidenses están cambiando sus estrategias y perspectivas financieras en medio de la evolución de la demanda de inmuebles residenciales por parte de los consumidores. Todavía es difícil predecir si se estabilizará la tendencia al aumento de los contratos cancelados y al descenso del rendimiento del mercado a los niveles anteriores a la pandemia.
El mercado inmobiliario residencial está cambiando actualmente debido a la subida de los tipos de interés y a la posibilidad de una recesión. Los efectos de estos factores se dejan sentir en todo el país, aunque en algunos lugares son más pronunciados que en otros. La costa oeste y las principales ciudades, cuyas tasas superaron con creces las normas nacionales durante la pandemia, están experimentando los cambios más drásticos.
Rick Beckwitt, director general y presidente de Lennar Corporation, una empresa constructora con sede en Miami, dijo durante una llamada con inversores a finales de junio que los mercados de Florida estaban entre los mejores del país este mes. Beckwitt identificó siete mercados en los que su empresa debía bajar los precios y ofrecer mejores opciones de financiación:
- Raleigh, Carolina del Norte;
- Austin, Texas;
- Minnesota;
- Seattle, Washington;
- Los Ángeles, Sacramento y el Valle Central de California.
La mayoría de los ejecutivos de la construcción coinciden en que junio fue el primer mes en el que el mercado inmobiliario estadounidense experimentó una notable desaceleración. Según Redfin, en junio se rescindieron en Estados Unidos unos 60.000 contratos inmobiliarios. Esto supone el 14,9% de todos los contratos firmados. En junio del año pasado, la proporción era del 11,2%.
Algunos ejecutivos de la construcción sostienen que esta tendencia es una respuesta directa de los compradores a la subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal en su reunión de mayo. Alrededor de la misma época se produjo un fuerte aumento de los tipos de interés hipotecarios.